Jornada completa de senderismo con alguna hora extra ( 9 horas en total) para recorrer pausadamente y disfrutando, una de los caminos aéreos más alucinantes que se pueden hacer en el Pirineo Aragonés.

No es una excursión para ir con niños, en su conjunto es larga y aunque no llega a ser muy expuesta si que existen importantes riesgos objetivos.

El camino parte de la pista de Barrosa y muy pausadamente va ganando altura entre los pinos, los restos de la explotación minera están presentes a lo largo del camino de las minas de Liena.

Lo que más llama la atención en todo momento es el teleférico encargado de transportar el mineral hasta los lavaderos y el punto de carga para su posterior transporte a Francia.

Dadas las dificultades orográficas que presentaban estos valles, todo el mineral era transportado para su procesado a través del valle de Riumaju por el puerto de Salcorz, para su traslado en tren.

Paradójicamente luego ese mineral acababa volviendo a España por barco a los altos hornos de Bilbao.

Del cable de Salcorz nada queda, sin embargo en esta excursión podemos adentrarnos por el pasado de la minería, siendo un precioso tour de senderismo y arqueología industrial.

Aproximadamente 2 horas separan las minas del inicio de la excursión, aquí lo que se impone es curiosear y alucinar con las capacidades técnicas de principios del siglo XX.

Recomiendo  a todo el que se plantee realizar alguna de las excursiones posible por Barrosa visite la web: http://cirquedebarrosa.free.fr/minespicliena.htm la pagina enteramente en frances aporta un montón de información sobre la minería en la cabecera de los valles de Bielsa y Aragounet.

Tras el almuerzo la excursión continua asomándonos a los abismos de Barrosa hasta llegar al pico de Liena, característico espolón que como si de un cancerbero se tratase custodia la entrada a la senda de las Pardas.

El camino es comparable en cuanto a lo aéreo y espectacular a la faja de las flores de ordesa, aunque quizás un poco más expuesto.

Atraviesa bajo las murallas de Robiñera y Lamuinia casi horizontalmente para dejarnos en collado de Barroude sin apenas perder altura.

Una serie de pasamanos instados hace unos años por la empresa PRAMES permitirán que nos quitemos un poco el miedo agarrándonos a ellos.

Hemos podido ver que algunos de los anclajes han cedido o se han roto, por lo que el lector  de este post deberá extremar la precaución al asirse a los mismos, si piensa en repetir esta aérea ruta.

Para personas no habituadas a coquetear con el vacío, un arnés con un cabo de anclaje largo será un buen compañero.

Encontraremos agua a lo largo de la faja, e incluso este año de tan pocas nieves, hemos cruzado algún helero. Creo que sobra decir que dado las características del terreno a transitar ,el recorrido en invierno de esta faja, se antoja bastante peligroso, ya que además de las potenciales caídas esta expuesto a las avalanchas procedentes de Robiñera y Lamunia.

En definitiva un gran paseo circular de alta montaña que Lola y yo tuvimos la suerte de hacer hace unos días.