Al pie de los abrigos de Gallinero.
Hacia mucho tiempo que no disfrutaba tanto en una excursión.
Vaya eso por delante.
Hace unos días y con mi amigo Kike por fin pude escaparme a recorrer un camino del que hacia más 15 años que había oído hablar, pero nunca, por unas cuestiones o por otras y pese a tenerlo a tan solo 45 minutos de Aínsa me venia bien escaparme a conocerlo.
Tengo debilidad por el rio Vero, me parece un lugar mágico, como sacado de un cuento de hadas, pero esta excursión lo sitúa en medio del universo mágico de JRR Tolkien.
La ruta es visible si la conoces desde el mirador del rio Vero junto al barranco de la Portiacha, y aun que no es excesivamente difícil, si que tiene un cierto grado de exposición por lo que recomiendo recorrerla provistos de arnes, casco y cabos de anclaje.
Recorremos el antiguo camino usado por los habitantes de Lecina en tiempos más recientes para visitar sus huertos junto a la ermita de San Martín ciando el rio Vero bajaba muy bravo, pero antes que ellos desde el neolítico a supuesto la ruta de conexión para salvar los aproximadamente 200 metros de desnivel entre el cauce del rio y la ladera en la que se asienta la selba de Lecina.
Este camino vertical es además la única posibilidad de visitar los abrigos rupestres que guardan restos pictóricos de arte esquemático de nuestros antepasados de hace aproximadamente unos 7.000 años.
La ruta lo tiene todo, buenas vistas, formidables paisajes, aves rapaces, historia, geología pero sobre todo un punto importante de aventura y exploración…
El laberinto de repisas y cuevas es tan complejo y apasionante, que a pesar de saber que esta todo explorado, mirado y requeté mirado, por los arqueólogos de la universidad de Zaragoza, nos nos resistíamos a prospectar todas y cada unas de las cuevas que encontrábamos, con la esperanza inocente, (como si fuéramos niños) de descubrir alguna nueva pintura.
Y es que el lugar invita a ello, a la ensoñación y a la fantasía, a imaginar como vivieron al principio de la edad de bronce los primeros pueblos agricultores de la península y que motivos le llevaron a dejarnos su legado en la s rocas…
Tenemos, los humanos, una increíble necesidad de perdurar.
Estos hombres y mujeres que habitaron estas tierras lo consiguieron.
A día de hoy todavía no esta muy claro porque pintaban en las paredes, pero lo cierto es que gracias a ello, podemos imaginar como fue la vida hace 7.000 años, que especies animales convivieron junto con los primeros hombres y mujeres…Hombres y mujeres exactamente iguales que tu y que yo, con las mismas necesidades básicas…agua, alimento, cobijo, un futuro mejor para sus hijos.
La ubicación de los abrigos es inverosímil, cuando estas allí te preguntas…¿cómo cojones llegaban hasta aquí?
Actualmente las cuevas con pinturas se pueden visitar gracias a las escaleras metálicas que instalo el ejercito.
Precaución al subir por las escaleras, de nuevo el arnes, el casco y los cabos de anclaje serán nuestros aliados. Una cuerda de seguridad puede ser más que interesante si nos acompañan personas que tienen vértigo o miedo a las alturas.
Lo ideal es progresar por la escalera vertical de uno en uno, una de ellas se mueve un poco al haberse roto uno de los puntos de soldadura que la unían a la roca, aun así con cuidado es posible avanzar por ella.
Estoy deseando ofrecer esta ruta a mis clientes y amigos ya que para mi recoge todo lo mejor de la sierra se Guara.
A si que ya sabéis…si os apetece hacer una ruta bonita de verdad, con su punto de aventura, lejos de las masificaciones y que os dejara un muy buen recuerdo no os lo penséis.
Como guías de montaña y naturaleza podemos…:
Ayudaros a disfrutar un poco más del recorrido dando seguridad en los pasos más expuestos, gestionando el riesgo de posibles caidas o miedos, mediante el uso de técnicas de escalada y aportando nuestros humildes conocimientos sobre la flora, la fauna y la geología de la Sierra de Guara.
Si quieres ampliar esta información o reservar esta excursión escribenos a nuestra dirección web info@senderosordesa.com
