La pique longe del Viñemale es un itinerario ansiado por todos los Pirineistas a los que les da por ponerse un arnes.

800 metros de escalada que en ningún momento superan el V grado y que permiten gozar de una de las paredes más soberbias del nuestra cordillera.

Es una actividad larga, nosotros estuvimos unas dieciocho horas desde que salimos de la tienda hasta que nos arrastramos hasta ella de nuevo.

Bien es cierto que la bajada y el rato de cima lo disfrutamos y nos lo tomamos con calma, pero es una actividad larga de cojones.

Revalida de pirineismo que implica progresión en hielo, escalda rápida (no siempre de manual), intuición en pared y mucha resistencia.

Miguel Poyan me llamo para animarme a acompañarle junto con un par de amigos, nosotros escalaríamos en cabeza y ellos nos seguirían.

David e Iván han resultado ser unos tipos encantadores, ojala la montaña nos vuelva a juntar.

Crampones para todos y un piolet por cordada serán imprescindibles para llegar a pie de vía, aunque Miguel confeso más tarde que no le hubiese importado tener su piolet a mano.

La progresión por el glaciar de noche todavía, sorteando las grietas me recuerda a actividades en los Alpes de mucha más envergadura.

Con los primeros rayos de sol, como debe ocurrir en las actividades largas estamos con los pies de gato calzados dispuestos a encaramarnos a la roca.

La referencia en una veta  de mineral de ofita verde que arranca de la base de pared.

La progresión por la ofita es franca, recuerda al granito, creando tacos generosos para pies y manos.

Tras este primer largo que nosotros hicimos un poco por la derecha, comienzan los largos de ensamble, de una escalada fácil y donde progresábamos hasta agotar el material.

Es clave escalar estos tramos rápidos de lo contario podemos eternizarnos en la pared.

Eso mismo debió pensar chistian ravier que llego con un cliente cuando nosotros estábamos en el segundo largo y cuando nos dimos cuenta ya lo teníamos al lado.

Que fenómeno, como escala el tío “chapo” en zapatillas y con un misil en el culo, fue una suerte poder seguirle por toda la pared, una reseña interactiva.

La vía sigue siempre el trazado más lógico, además encontraremos abundantes pitones que nos confirmaran que estamos en la ruta.

La cabalgada por la arista intermedia y la llegada a los esquistos rojos del tercio superior van a tardar tiempo en olvidárseme.

La salida a la arista de gaube con vista sobre el Balaitus, La facha, o Los Infiernos como compañeros de reunión también es un momentazo.

Pirineismo clásico con mayúsculas, disfrutando de la intuición de H.Barrio y R.Belocq que 79 años antes (8 agosto de 1933) recorrieron esta pared ¡¡¡sin pitonar ni una sola vez!!! y en solo cuatro horas. Para flipar.

Nosotros además de la reseña interactiva, usamos la reseña  en catalán que circula  por internet  que es bastante buena.

El descenso posterior, laaaaaaargo y agónico, las tiendas quedan muy abajo.

Lo mejor es plantearse esta actividad con tres días para poder lamerse las heridas con calma y disfrutar al día siguiente de la vista de la Pique Longe y poder pensar mientras disfrutas tranquilamente de una infusión en tu mano: ¿Yo me he subido por ahí…?.

PD. Colgare alguanas fotos en http://www.facebook.com/SenderosOrdesa